La ciudad

Veredas planas, flojas y absorventes. Todo es sólido, inclusive los pocos árboles a un lado. Las miradas se cruzan pero nunca coinciden, casi siempre tienen algo para leer. Las manos nunca se tocan tampoco, casi siempre tienen algo que llevar. Subo, bajo, escaleras, colectivos y subtes. Todo se mueve menos, siempre, siempre, inclusive los cuerpos. Todo y todos dan siempre las mismas vueltas y terminan en el mismo lugar, bajo las mismas circunstancias. Todo se mueve menos los corazones... miocardios rígidos, con poca irrigación. Preocupados? resignados? Sentimientos olvidados, dejados en lo profundo de una habitación hasta quien sabe cuando. El asfalto lo diluye todo...plantas, hojas, risas, llantos y sentimientos... todo se diluye...hasta terminar (para quizar volver a comenzar el ciclo) en una taza de café en cualquier esquina...con la mirada fija en la mesa y la mente en una infinidad de lugares.